La definición de abono según el reglamento de abonos de la Unión Europea es “material cuya función principal es proporcionar elementos nutrientes a las plantas”.

La acción consistente en aportar un abono se llama fertilización.

Un fertilizante o abono es cualquier tipo de sustancia orgánica o inorgánica que contiene nutrientes en formas asimilables por las plantas, para mantener o incrementar el contenido de estos elementos en el suelo, mejorar la calidad del sustrato a nivel nutricional, estimular el crecimiento vegetativo de las plantas, etc.

La NUTRICIÓN es el proceso por el cual las plantas obtienen los nutrientes que necesitan para crecer, desarrollarse y producir adecuadamente.

Una planta puede estar sobradamente fertilizada si se ha aportado suficiente cantidad de fertilizante, pero puede estar mal nutrida si con esos fertilizantes no puede tomar los nutrientes que necesita para poder desarrollarse y producir correctamente.

Si utilizamos una analogía entre las plantas y los seres humanos, podemos entender que una persona puede tener mucha comida alrededor y por lo que sea, no poder comerla, o en la forma en la que se le presenta, no es capaz de digerirla y obtener los nutrientes. De igual forma, una persona puede estar incluso sobre alimentada, pero estar mal nutrida, si no está alimentándose de todos los nutrientes que necesita de la forma correcta.

Pues exactamente igual pasa con las plantas, podemos tenerlas con un exceso de fertilización, pero si la planta no es capaz de asimilar los nutrientes, estará mal nutrida.

En la nutrición de nuestros cultivos, influyen múltiples factores, el primero y principal, de carácter endógeno, es propiamente nuestro cultivo, ya que no todos los cultivos tienen las mismas necesidades nutricionales. Y tenemos otros factores exógenos como son la cantidad y calidad de los productos utilizados, el tipo de suelo, las condiciones físico químicas de dicho suelo, la cantidad y calidad del agua, etc. 

Por tanto, podemos afirmar que la fertilización, es solo una parte, o una práctica habitual y necesaria dentro de la nutrición vegetal, pero que éste segundo concepto, es mucho más amplio y complejo, y que lo que nuestros cultivos necesitan es una correcta nutrición.

Dentro de los elementos básicos necesarios para la nutrición de las plantas, diferenciamos entre macroelementos y microelementos y tradicionalmente, se asocia fertilización al aporte de los primeros, y nutrición al aporte de ambos.

Los cultivos agrícolas necesitan nutrientes para crecer de manera satisfactoria y que su producción sea de calidad.

Estos nutrientes, los asimilará la planta normalmente del suelo (por vía radicular), pero también por vía foliar.

Un producto nutricional, podría definirse como aquel que aporta a la planta el elemento exacto que necesita y de la forma más asimilable posible para que ésta tenga una nutrición correcta y pueda tener un óptimo desarrollo vegetativo, o que ayudan a una mayor biodisponibilidad de los ya existentes, facilitando su asimilación por la planta.

Hoy en día, el concepto nutricional es un poco más amplio, y también abarca aquellos productos que por un lado bioestimulan a la planta, ayudándola a combatir situaciones de estrés (térmico, hídrico, provocado por factores externos como la recolección, estreses químicos, ambientales, etc.), el cual provocaría que la planta detuviese su proceso metabólico y por tanto ralentizase su proceso vegetativo natural. Y por otro lado, aportan a las plantas no ya elementos en forma básica, sino moléculas más complejas (p.ej. los aminoácidos), que las plantas necesitan para la síntesis de otras moléculas más complejas (p.ej. proteínas, fitohormonas, azúcares, etc.), evitándoles así un gran gasto energético.   

Los productos nutricionales por tanto, mejoran la fertilidad del suelo, mejoran la biodisponibilidad de los elementos fundamentales y la asimilación de éstos por los cultivos, y ayudan a las plantas en sus distintas necesidades fisiológicas.

En Sarabia, fabricamos y comercializamos nuestros nutricionales, bajo los máximos estándares de calidad, seguridad y eficacia que aplicamos en la fabricación de nuestros fitosanitarios; y es importante decirlo, porque hoy en día, bajo la denominación de “nutricionales”, se están comercializando muchos productos de dudosa calidad y eficacia, y por tanto de dudosa seguridad alimentaria.

En Sarabia ponemos a disposición del agricultor productos de la máxima calidad, de eficacia contrastada y con la máxima seguridad tanto para el aplicador como para el consumidor final.

Fruto de la experiencia, y de los estudios técnicos que nos avalan, nuestros nutricionales cuentan con los elementos necesarios para los cultivos en concentraciones y formulaciones óptimas, para su mejor asimilación y la obtención de los mejores resultados en cantidad y calidad de las cosechas.